Esta es una receta sencillamente expectacular.
Hecha por mi hija, que le encantan las croquetas, como a mí y está aprendiendo a manejarse en este mundillo.
INGREDIENTES:
Para la masa:
1 litro del leche sin lactosa, desnatada
1 calabacín
4 dientes de ajo
4 cucharadas soperas muy colmadas de harina
Aceite
Sal
Perejil
Pimienta
Nuez moscada
Para el rebozado:
2 huevos
Harina
Pan rallado
ELABORACIÓN:
Ponemos en una sartén un buen chorreón de aceite de oliva, lo calentamos y añadimos los ajos enteros.
Rehogamos y retiramos (los retiro porque tengo mala absorción de la fructosa y no me sientan bien, si no es así podeis dorarlos picaditos y dejarlos en la masa, en este caso con dos dientes sería suficiente).
Mientras tanto pelamos y troceamos el calabacín, lo incorporamos al aceite y rehogamos también.
Añadimos la harina y con una cuchara de madera, la tostamos un poco.
En este punto, añadimos un cuarto de litro de leche y ligamos bien la masa.
Añadimos el resto de la leche, la pimienta, perejil picado, sal y nuez moscada.
Con una barillas y mucha paciencia removemos hasta que por su consistencia la masa se despegue de las paredes de la sartén.
Estendemos la masa en una bandeja y la dejamos enfriar.
Cogemos tres cuencos o platos y ponemos en cada uno, harina, huevo batido con una pizca de sal y pan rallado en el ultimo.
Vamos cogiendo porciones de la masa, que pasamos por harina, damos forma, luego por huevo y por último, el pan rallado.
Cuando estén todas formadas, solo nos quedará freir en abundante aceite bien caliente y disfrutarlas.
Comentarios