Croquetas al estilo japonés SIN LACTOSA y BAJAS EN FRUCTOSA



En España, tenemos las tradicionales croquetas de bechamel o caldo pero, en otros muchos países, como es el caso de Japón, éstas se hacen de patata cocida y machacada, y se las suele denominar croquettes. Hoy las hemos probado, y he de decir que han quedado deliciosas. Son muy fáciles de hacer, y en lo único en lo que se tarda un poco, es en rebozarlas. Son perfectas para el almuerzo o la cena, y combinan bien con ensalada, pues llenan bastante. Probé a hacerlas de dos clases: la mitad de atún y la otra mitad de queso Cigarral.

INGREDIENTES (25 croquetas muy grandes)

8 patatas medianas (o seis grandes)
Dos latas de atún, escurrido (opcional, puedes sustituirlo por lo que quieras, como queso o jamón)
2 cucharaditas de sal
1 pizca de pimienta molida
1 cucharada y media de leche (con o sin lactosa)
Harina, huevo y pan rallado (para rebozar)
Aceite (para freír)

PROCEDIMIENTO

Primero, pelamos, cortamos en cubos medianos las patatas y las lavamos.
En una olla grande, ponemos al fuego agua junto con la sal y la pimienta y, cuando empiece a hervir, añadimos las patatas y ponemos la tapa a la olla.
Contamos 10-15 minutos a partir del momento en que empiece a hervir, y pinchamos con un tenedor un cubo de patata para comprobar si ya están cocidas o no; lo sabremos cuando estén blanditas al pincharlas.
Volcamos, con cuidado de no quemarnos, el contenido de la olla en un escurridor para quitarles el exceso de líquido a las patatas.
Una vez escurridas, las pasamos a un recipiente grande (en mi caso, utilicé la misma olla tras haberla secado) y las machacamos hasta que no quede ningún trozo de patata.
Una vez tengamos las patatas hechas puré, añadiremos la leche y el atún hasta que quede algo similar a una masa.
Llegados a este punto, es el momento de darles forma y rebozar. Puedes darles la forma que quieras, pero yo decidí hacer discos gorditos (pues así son las japonesas, además de que llevan menos tiempo, pues son grandecitos).
Cuando le hayas dado la forma deseada a la porción de masa, pásala por harina, después por huevo batido y, finalmente, por pan rallado. Repite el proceso hasta acabar la masa.

Ya solo queda freírlas y disfrutarlas.

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