Mis primeras torrijas, he de decir que pensaba que eran más difíciles de hacer, la única complicación es que no se rompan al sacarlas de la leche y tampoco es complejo.
INGREDIENTES:
- Pan (esto tal vez sea lo más complicado, yo esta vez he usado un pan que aunque en la foto parece de molde, no lo es, es pan de viena, pero horneado en un molde que le dá esta forma, lo dejé asentar un par de días; también puede usarte pan de barra del día anterior u otro tipo de pan especial para torrijas).
-1 litro de leche entera (sin lactosa).
-3 cucharadas de miel.
-1 rama de canela.
- La piel de un limón.
-4 huevos.
-Aceite de girasol para freir.
Azúcar y canela para bañar por encima.
ELABORACIÓN:
Yo me salto el paso de cortar el pan, pues este ya venía cortado de la panadería.
Lo colocamos en fuentes y vamos preparando la leche.
En un cazo la llevamos a ebullición, junto con el azúcar, la canela y la piel del limón.
Apartamos del fuego y dejamos que se enfríe un poco, templada estará perfecta.
Con ayuda de un colador, vertemos la leche sobre las torrijas y las dejamos empapar bien.
En una sartén ponemos el aceite de girasol y lo calentamos, batimos los huevos y con cuidado, vamos sacando el pan de la bandeja y pasando por huevo.
Freímos por ambos lados y dejamos en papel absorbente.
Una vez todas fritas y frías, las pasamos por un plato donde tenemos el azúcar y la canela mezclados.
Son sencillas, rápidas y deliciosas, típicas de estas fechas.
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